Esa es la frase que oí el otro día mientras tomaba café en un garito de la calle Castaños. Se lo decía una sra. de mediana edad a otra también de su mismo estilo y con voz de asombro e incredulidad. La cuestión es que enseguida se sentaron en otra mesa un grupo hablando a gritos y ya no pude escuchar el resto, no sé si las "finolis" aprobaban o no la instalación de la tienda, si lo veían adecuado, demasiado vulgar o quizás al contrario: muy útil y necesario, puede que incluso se pensaran que era un hipermercado cuando en realidad no lo es. A simple vista parece que el barrio no está bien surtido de tiendas de comestibles "de toda la vida". Bien es cierto que el Mercado Central está relativamente cerca, pero me da la impresión de que el resto de cosas hay que comprarlas en las tiendas 24 horas, porque por simple apreciación, no hay otros establecimientos en muchos metros a la redonda y se tiene que recurrir al servicio a domicilio de grandes almacenes o de supermercados bastante alejados.
De momento, lo que vi al hacer las fotos es que había gente dentro comprando, bastantes clientes que seguro serán una mezcla de vecinos del barrio, gente de paso y turistas, de gente que necesite comestibles, pan, papel higiénico o los ingredientes para un botellón. Lo que sea. Desde luego está visto que Manoli tiene vista comercial, sus amplios locales, siempre están alquilados (Vocento, Heineken...).
Explanada de España 18 y Pza Gabriel Miró 4. Los amplios locales del edificio (en varias plantas) fueron adaptados en 1976 para las oficinas del Banco Exterior.
Y no hablamos de ningún hipermercado, es una tienda normal, pero sobre todo en Alicante, no podemos de dejar asociar la marca Carrefour (antes Pryca y antes Hiper) a esa palabra, así que la música nos la trae...