Obra tonta: dícese de aquella que no era necesaria hacer total o parcialmente con el consiguiente gasto absurdo para el ciudadano e independiente de si luego ha quedado bien o no. El ordinal II es debido a que ya hubo una entrada en este blog con otra chuminá de obra (cara, pero chuminá al fin y al cabo) no sé si recordáis "EL CARO CAPRICHO DE LA ROTONDA DEL MILENIO" donde se gastaron 121.000 euros para que pudiéramos ver las esculturas desde bajo.
Pues vamos con la segunda. En este caso se trata de la acera de la Rambla entre las calles San Fernando y Altamira donde se decidió trasladar las paradas de los buses 05, 08A, 08B, 10 y 39 que tienen allí su cabecera, pero que al tener que esperar a su hora de salida, podían coincidir varios y luego era dificultoso aproximarse para recoger viajeros. Así que se decidió que la manzana del nº1 y el "fondo del saco" sería la zona de espera y en la acera de los nºs 4 y 6 la de recogida de viajeros. Hasta ahí perfecto. Era cuestión de poner las marquesinas con sus paneles indicadores e incluso colocar la franja de pavimento resaltado que no tenia antes ya que el resto del pavimento estaba como el de toda la Rambla: perfecto, ni se tenía que ensanchar la acera ni se hundía, ni estaba agrietado. Todo muy sencillo. Pues no: no se les ocurre otra cosa que demolerlo absolutamente todo, llevarlo al vertedero y luego poner otro pavimento que ni siquiera es igual, sino parecido. Otro pegote y un gasto innecesario.
Estado final con el pavimento más oscuro (al parecer no encontraron del mismo tono) que el del resto de la Rambla.
Demolición total de lo que estaba en perfecto estado.
Reconstrucción.
Pavimento resaltado que era necesario instalar.
Y para acompañar, esta famosa y celebrada balada cantada por Frank Sinatra y su hija Nancy en 1967 y que luego ha tenido varias versiones (que iré poniendo, claro) Something stupid (algo estúpido).