Porque en el 99% de los casos están arriba, en los tejados, los aleros, los dinteles de los balcones, sobre las puertas, siempre a mayor altura que nuestra propia cabeza como presumiendo de hegemonía y superioridad, me estoy refiriendo a todas esas cabecitas (o cabezotas) esculpìdas en arenisca, mármol, yeso, cemento, piedra artificial, madera o hierro fundido que adornan principalmente muchos edificios del siglo XIX donde se emplearon muchos recursos decorativos que provienen de la antigüedad que se recuperan en el renacimiento y luego con el estilo neoclásico. Al parecer además de adornar, en cada caso tienen un significado que el propietario quiso dejar patente en la fachada, en otras ocasiones se ponían para defender la casa.
Y aquí tenemos una pequeña selección alicantina de estos motivos decorativos, captadas por Luque (excepto las que llevan sobreimpreso el nombre del blog que las he hecho yo) a quien agradezco su gentileza al cederlas para su publicación.
También agradezco a Luisa Biosca su amabilidad al orientarme.
Os confesaré que dudaba sobre si poner esta "composición" o no, pero bueno, ahí va y no quiero saber nada si luego necesitáis aspirina o algo, pero es que realmente a todas estas cabecitas que están representadas solo les puede doler eso...